viernes, 30 de abril de 2010

USOS DEL AGUA


El volumen de agua existente sobre nuestro planeta, que es de aproximadamente 1.400 millones de KM3, ha permanecido inalterado durante los cinco mil millones de años de su vida.
Una gran porción de esta agua es salada. En un balance general, de los 1.400 millones de km³ de agua en el mundo, sólo 33 millones son de agua dulce. De esta cantidad habría que descontar el 87,3% que está en forma de hielo en los casquetes polares y glaciares, y el 12,3% que constituye el agua subterránea. Queda tan sólo un 0,4% de agua utilizable, en volumen 140.000 km³. La cantidad de agua realmente aprovechable es muy pequeña, y sometida además a numerosas fuentes de contaminación, por lo que debe ser utilizada racionalmente. Debido a estas cifras el agua se considera un recurso renovable limitado.
El uso racional del agua remite al control y gestión del consumo de agua. Es un concepto incluido en la políticas generales de gestión de los recursos naturales renovables y asociado a un desarrollo sostenible que debe permitir el aprovechamiento de los recursos, en este caso del agua, de manera eficiente garantizado su calidad, evitando su degradación con el objeto de no comprometer ni poner en riesgo su disponibilidad futura. Estos principios se aplican en proyectos de ingeniería, arquitectura, urbanismo y agricultura que esté concebido en el marco de la protección y conservación de los recursos naturales.
LUCHA POR EL AGUA

En muchas regiones del mundo existen cuencas fluviales compartidas entre países. Se intentan regular estos derechos con tratados multilaterales. Una tarea urgente, porque en un tiempo países considerados ricos en agua pasarán a tener poca agua. Otros, que ya hoy se ven con ese problema, pasarán a un estado pésimo.
En el marco de la ONU se aprobó en 1997 una convención modelo que hasta ahora no ha entrado en vigor. Varios intereses continúan impidiendo el consenso.
La escasez de agua es un factor que limita el desarrollo y con él se plantea también la cuestión del poder. El agua no sólo es causa de conflictos distributivos, también puede ser utilizada como propaganda. Sin embargo, en los últimos tiempos se registra una tendencia a la cooperación en la búsqueda de soluciones en las cuencas transnacionales.
Los pronósticos con respecto al desarrollo de los recursos renovables de agua muestran claramente que ésta se transformará en un problema regional de importancia global.

LA SEQUIA
Podemos describir “sequía” como anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los requerimientos estadísticos de un área geográfica dada, es decir, el agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y los humanos.
Si el fenómeno está ligado al lago central de agua existente en la zona para uso humano e industrial hablamos de escasez de agua cuya causa principal de toda sequía es la falta de lluvias o precipitaciones, esto se denomina “sequía meteorológica”, si perdura, puede pasar a “sequía hidrológica”, caracterizada por la desigualdad entre la disponibilidad natural y las demandas naturales de agua. En casos extremos puede llegar a aridez.
La falta de agua, puede llegar a producir cirrosis o tuberculosis a las personas. A nivel medioambiental podemos citar estos problemas:

•Agrícolas: La falta de agua de manera prolongada provoca la falta de desarrollo de los cultivos.
•Forestales: Estrés hídrico, por efectos dañinos en el crecimiento vegetal y enfermedades derivadas del crecimiento anormal de las plantas.
•Ganadería: Deshidratación de los animales y pérdida de éstos por falta de alimento y enfermedades que se desarrollan en condiciones con bajo nivel de humedad.
LA POLITICA DEL AGUA

Una política del agua adecuada y válida debe cubrir todo tipo de demanda (urbana, la agrícola e industrial, ocio, etc.). Pero tampoco debe olvidar la demanda medioambiental para el mantenimiento de los ecosistemas fluviales.
Para realizar una buena y correcta planificación de los recursos hídricos se tienen que considerar los siguientes puntos:
Solucionar los problemas de escasez
Lograr los niveles de calidad exigidos
Preservar el medio hídrico para conseguir un desarrollo sostenible
Los Planes Hidrológicos son necesarios y deben ser un recurso de gestión. Pero estos planes deben contemplar la disponibilidad del agua, la demanda por parte de la población y los recursos existentes en calidad y cantidad. No se pueden olvidar los recursos subterráneos.
Se debe primar la investigación en el campo de la reutilización del agua, así como la desalación en algunas regiones.
EMBALSES
La política hidráulica desarrollada en España se ha centrado en la construcción de embalses para el abastecimiento de agua potable, la generación de energía hidroeléctrica y la expansión del regadío. terminó instaurando una visión sesgada del agua como mero motor de desarrollo económico y una política hidráulica basada exclusivamente en la oferta de agua a través de grandes infraestructuras.
Esta política (la noción del agua como un recurso ilimitado) se ha convertido en uno de los mayores problemas ambientales de nuestro país, al que le han ido acompañando multitud de impactos sociales. No puede olvidarse que la mayoría de los grandes embalses están destinados al regadío y así, mientras su beneficio lo ostenta un pequeño sector de la sociedad (los regantes), los costes sociales, ambientales y económicos lo sufre la ciudadanía, ya que la financiación de estas infraestructuras ha corrido siempre a cargo del Estado.
DESALADORAS
La desalinización o desalación es el proceso de eliminar la sal del agua de mar obteniendo agua dulce. Para ello se utilizan las plantas desalinizadoras o desaladoras, instalaciones industriales destinadas a la desalinización.
El agua del mar es un ejemplo de mezcla homogénea. Es salada porque tiene sales minerales disueltas que se quedan cuando el agua se evapora, por eso, el agua del mar no es potable para el ser humano y su ingestión en grandes cantidades puede llegar a provocar la muerte. El 97,5% del agua que existe en nuestro planeta es salada y sólo una cantidad inferior al 1% es apta para el consumo humano. Conseguir potabilizar el agua del mar es una de las posibles soluciones a la escasez de agua potable, pero el proceso es muy caro. Mediante la desalinización se obtiene agua dulce apta para el abastecimiento y el regadío. Las plantas desalinizadoras de agua de mar han producido agua potable desde hace muchos años. Actualmente existe una producción de más de 24 millones de metros cúbicos diarios de agua desalada en todo el mundo. La primera planta desalinizadora en España se ubicó en Lanzarote en 1965 y ahora hay más de 700 en todo el país. Las plantas desalinizadoras también presentan inconvenientes, como por ejemplo, en el proceso de extracción de la sal, que se producen residuos salinos y sustancias contaminantes, perjudiciales para la flora y la fauna y suponen un gasto elevado de consumo eléctrico.



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